lunes, 8 de marzo de 2010

Los españoles que liberaron París

Testigo de la liberación de París

Alfonso Fiscowich, cónsul general de España en París, fue un testigo de excepción de la liberación de la capital francesa en agosto de 1944 por combatientes republicanos españoles de las fuerzas aliadas. El cónsul informó a Madrid de que en el desfile de las tropas que seguían al general De Gaulle en su entrada en París había observado como algunos tanques estaban adornados con banderas republicanas españolas. Fiscowich explicó que algunos carromatos y vehículos habían sido bautizados con nombres evocadores de batallas y hechos de la guerra civil de España, como Guadalajara, Gernika, Brunete, Ebro...

Cuando esos carros de combate y vehículos alcanzaron el Ayuntamiento de la capital francesa se hizo el delirio entre los parisinos. A un valenciano, el teniente Granell, le cupo el honor de mandar la compañía de blindados que llegó a la capital francesa en primer lugar y que estaba integrada en la segunda división blindada del general francés Leclerc.



Los republicanos exiliados en Francia : resistentes o soldados contra el fascismo

Al principio de 1939, cientos de miles de republicanos españoles huyen a Francia ante la progresión de los ejércitos nacionalistas. El éxodo que también incluye a miles de no-combatientes (mujeres, niños, ancianos, enfermos, heridos, etc.) se convierte en una retirada general de la España republicana ante la España nacionalista, una huida ante una represión feroz e implacable, sistemática e inútil. En la España de los vencedores, cualquier comportamiento diferente puede llevar al paredón : ser ateo, tener amigos republicanos, ser maestro o profesor, etc.

El gobierno francés ( Frente Popular de León Blum) se ve desbordado y en un primer momento no sabe cómo reaccionar. Pasarán semanas antes de que lleguen las primeras tiendas, la primera ayuda humanitaria. En condiciones que cuesta imaginar hoy, los españoles refugiados se organizan para no morir de hambre o de frío, vigilados por los militares franceses. Muy lentamente la situación irá mejorando. Los hombres jóvenes españoles se ven proponer entrar en la Legión Extranjera. Luego, después de la derrota francesa de mayo de 1940, se acelera la incorporación de estos refugiados en la industria y agricultura francesa, para sustituir a los hombres prisioneros en Alemania.



Así, en muchos sectores de Francia, los vencidos de la Guerra Civil descubren una nueva vida y un nuevo país pero ocupado por el mismo enemigo que en España : el nazismo, el fascismo. Con mucha lógica, muchos españoles entran espontáneamente en la Resistencia o en las tropas regulares de la Francia Libre.

Los españoles de "la nueve". De entre los miles de republicanos españoles que combatieron con los aliados, sólo unos pocos protagonizarán uno de los episodios más emotivos de la contienda: la liberación de París. Serán varios cientos los que desde las colonias francesas del Norte de África acabarán formando parte de la 2ª División Blindada comandada por el legendario general Leclerc. Su 9ª compañía era conocida como "la nueve" por ser españoles la mayoría de sus miembros. Al frente de ella estaba el capitán Dronne, a quien Leclerc le asignó el mando porque además de hablar español, era capaz de imponer su autoridad a unos hombres que como él mismo señaló en su diario de marcha "inspiraban temor a cualquiera y nadie quería tomar su mando".

Esas mismas tropas que tuvieron su bautismo de fuego en el África colonial francesa se embarcaron en abril de 1944 rumbo a Inglaterra. Allí, tras un periodo de entrenamiento, participarán en junio en el desembarco de tropas aliadas en las playas de Normandía. El éxito del desembarco les permitió avanzar hacia el interior de Francia.

El primer blindado de la División Leclerc que llega al ayuntamiento de París lleva el nombre de Guadalajara y, detrás de él, otros nombres como Teruel, Ebro o Gernika. También que los primeros disparos de las fuerzas aliadas en París los hizo un español, Lozano, desde el tanque Ebro. Y que cuando el general De Gaulle acude a rendir homenaje a la tumba del soldado desconocido es escoltado, entre otros , por varios blindados de la compañía nueve de la Agrupación Billotte, formada por españoles republicanos.



En la calle de Rivolí, frente al número 285, al lado de la plaza de la Concorde, hay varias placas con los nombres de los republicanos españoles muertos por la liberación de Francia y de Europa. durante toda la II Guerra Mundial los republicanos españoles lucharon contra el nazismo en nombre de la justicia, la libertad, la fraternidad, pero ninguno de ellos pudo enarbolar nunca la bandera de su patria, y todos ellos, al terminar la guerra, se encontraron abandonados desamparados, olvidados. Esos olvidados eran Españoles republicanos.

La 9ª compañía destacó prominentemente en el desfile de la victoria a través de París con sus tanques prestos para el combate en el Arc de Triomphe. Continuaron su acción en Mosela y fueron los primeros en entrar en Estrasburgo, apoyados por la infantería americana. Su campaña terminó en Alemania en Berchtesgaden, el 'nido de águila' de Hitler. Habiendo luchado en las calles de Barcelona, a través de los campos de batalla de España, de África del norte y de Francia se alzaron victoriosos en el último refugio del nazismo. En la película Soldado de Salamina, de David Trueba; con Ariadna Gil y Joan Dalmau, el personaje de Miralles recuerda a estos españoles republicanos que combatieron por todos los campos de batalla de España, Africa, Italia, Francia y Alemania de 1936 a 1945.

Los españoles resistentes, "maquis" o "guerrilleros .Para un componente importante del movimiento de la resistencia, la lucha armada contra el fascismo había comenzado no el 18 de junio de 1940 sino el 17 de julio de 1936. Es un hecho poco sabido que más de 60.000 exiliados españoles lucharon junto a la resistencia francesa, además de otros millares que desempeñaron servicios en las fuerzas regulares del ejército libre francés.

Como señaló Charles Tillon, dirigente de la Resistencia que posteriormente fue ministro del general De Gaulle, "más de 4.000 españoles estaban en la Resistencia en París". Muchos de ellos se encontraban participando en tareas de sabotaje en fábricas y en medios de transporte o interceptando un buen número de camiones que salían de la factoría fábrica de coches Panhard, lugar en el que los alemanes almacenaban los explosivos.

La presencia de este enorme cuerpo de exiliados, muchos de ellos endurecidos combatientes anti-fascistas, no puede ser subestimada. " La resistencia era el estado natural de los exiliados españoles en Francia. Para ellos el dilema francés sobre la lealtad a Petain era inexistente... ". Continuaban una guerra que había comenzado detrás de las barricadas en Barcelona, habían combatido ya a tropas alemanas e italianas en su propio país, y ahora debían hacer lo mismo en Francia.

Como Serge Ravanel de la resistencia francesa en el área de Toulouse reconoció: " durante la Guerra de España nuestros camaradas habían adquirido el conocimiento que nosotros no poseíamos; sabían hacer bombas; sabían montar emboscadas; tenían un conocimiento profundo de la técnica de la guerra de guerrillas ". Además de esta maestría se decía de los españoles que su valor era sin igual en combate y que no era cuestión hablar de traición o de deserción.
Los españoles, sobre todo activos en el sur y suroeste, se organizaban a sí mismos, aunque algunos individuos lucharon en unidades francesas. Las formaciones españolas fueron reconocidas como parte independiente pero integrante de la resistencia francesa dentro del C.N.R.

El momento crítico de la extensión de la resistencia vino en 1943 con una afluencia de nuevos reclutas que huían de los trabajos forzados. En junio de 1942 se publicó un decreto que requería trabajadores franceses para las fábricas alemanas. Esto fue ampliado en febrero de 1943 con la creación del Service du Travail Obligatoire (S.T.O.) para cubrir las demandas siempre crecientes exigidas por el ministerio de trabajo alemán. El S.T.O. fue resistido a todos los niveles y se convirtió en el ingrediente vital en la formación de grupos armados en el campo, los Maquis. Entre abril y diciembre de 1943, 150.000 trabajadores fueron liberados del S.T.O., y para junio de 1944 esta cifra se había inflado a más de 300.000.

Los españoles participaron en todos los tipos de acciones, pero habían advertido contra la creación de grupos grandes, para insurrecciones locales. Preferían como táctica viable pequeñas unidades móviles de 20-30 hombres - sabiendo bien desde la guerra contra Franco que tropas ligeramente armadas no podían entrar en la guerra convencional sin ayuda de la armas pesadas, artillería y apoyo aéreo.

Mientras que las guerrillas eran menos numerosas en el norte, entre abril y septiembre de 1943 se registraron unos 500 ataques de la resistencia, 278 contra ferrocarriles y otras de infraestructuras, matando a 950 alemanes e hiriendo a 1.890. En Normandía y Bretaña, los españoles volaron transformadores eléctricos, una estación de ferrocarril, cambios de agujas y de parte de un campo de aviación. Los combatientes españoles de la resistencia en París asesinaron al General von Schaumberg, comandante del Grand Paris y al General von Ritter que era responsable del reclutamiento de los trabajos forzados.

La eficacia de la campaña del guerrilla iba a hacer comentar a Eisenhower que el esfuerzo de la resistencia sobre el Día D valía el de 15 divisiones regulares completas de un ejército.

En el departamento de L'Ariege el 14 Cuerpo Español de Guerrillas desempeñó un papel determinante en desahuciar a los alemanes. Entre el 6 de junio y agosto de 1944 atacaron los convoyes alemanes y liberaron varias aldeas antes de tomar Foix, el Cuartel General de los Nazis de la zona. Una fuerte columna alemana intentó un contraataque pero fue cogida en una emboscada. A pesar de su superioridad logística fue cogida bajo el fuego de una ametralladora y 1.200 soldados se entregaron. Un papel clave dominante fue desempeñado por un solitario resistente que mantuvo su puesto mientras barría a los alemanes. Un combatiente de la resistencia recuerda a este hombre, "..disparando como loco ", y agrega, como si fuera una explicación, "... pero él era un español, un guerillero ". Los observadores aliados comentaban que los españoles eran " guerrilleros únicos".

Otros ejemplos de la contribución española incluyen al batallón anarquista Libertad que liberó Cahors y otras ciudades y la participación de 6.000 guerrilleros españoles en la liberación de Toulouse. Un notable choque ocurrió cuando los alemanes intentaban retirarse del área de Gard, siguiendo la caída de Marsella. Un grupo de 32 españoles y de 4 franceses abordó una columna alemana (que consiste en 1.300 hombres con 60 camiones, 6 tanques y 2 cañones autopropulsados), en la Madeiline, de agosto el 22 de 1944. El Maquis voló los puentes del camino y se colocaron estrategicamente en las colinas circundantes con ametralladoras. La batalla duró desde las 3.00 de la tarde hasta el mediodía del día siguiente. 3 Maquis fueron heridos, 110 alemanes muertos, 200 heridos y el resto entregado. ¡El comandante alemán se suicidó!

En Rennes, Bretaña, oeste de Francia , el 8 de junio de 1944, 32 resistentes de los cuales 9 españoles fueron ejecutados por los nazis. Hoy existe un "Square Pedro Flores" y un monumento que nos recuerda el sacrificio de estos "extranjeros", muertos para que Francia fuera libre.



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