lunes, 8 de marzo de 2010

El genocidio nazi



Magnífica presentación del profesor Francisco Ayén sobre el genocidio nazi cometido en la Segunda Guerra Mundial.

El primer tren que partió de Europa Occidental hacia un campo de exterminio nazi llevaba a bordo a 927 españoles

DEL CONVOY DE LOS 927
Documental de Documentos TV (La 2 de RTVE)

Con motivo del sexagésimo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la liberación de los prisioneros de los campos de concentración, el programa “Documentos TV”, dirigido y presentado por Pedro Erquicia dedica el reportaje “El convoy de los 927” a los españoles que vivieron y murieron en Mauthausen
El 5 de mayo de 1945 las tropas aliadas liberaban a los prisioneros del campo de concentración de Mauthausen, en Austria. En ese campo es donde los nazis dieron muerte a casi 150.000 prisioneros, de los que 409 eran españoles. Este es el punto de partida del documental “El convoy de los 927” con guión de Montse Armengou y realización de Ricard Belis, que emite “Documentos TV.

EL INICIO DEL HORROR

Acabada la Guerra Civil española, 24 de agosto de 1940 un tren con 927 refugiados españoles salía de la estación de Angulema, en la región francesa de la Charente. Las tropas alemanas de Hitler habían conseguido dividir en dos a Francia. Los refugiados creían que los llevaban a la zona no ocupada, pero pronto se dieron cuenta de que iban hacia el Norte. Cuatro días más tarde llegaron al pueblo de Mauthausen, en Austria.
Una vez que el convoy llegó a Mauthausen, los soldados alemanes obligaron a bajarse a los varones mayores de 13 años. Del tren bajaron 470 que fueron recluidas en el campo, de ellas murieron 409.

REVIVIENDO EL HORROR

“Documentos TV” revive esta dramática historia que ha quedado velada bajo el olvido y el silencio generalizado que envuelven a las víctimas del franquismo. Los pocos que se salvaron no pudieron volver a la España de Franco o lo tuvieron que hacer en silencio.
“El convoy de los 927” recoge el testimonio de una treintena de supervivientes, tanto de los que acabaron en Mauthausen como los que regresaron a España, así como de refugiados que no llegaron a subir al tren en Angulema.

Félix Quesada, uno de los supervivientes declara compungido: “Al llegar a Mauthausen, Frank Ziereis, el director del campo, nos dijo a todos los que estábamos allí que no saldríamos por la puerta, que saldríamos por la chimenea del crematorio”.

Los españoles deportados desde Angulema fueron los primeros en llegar al campo de concentración. Fueron los primeros en sufrir las consecuencias de la ira de los nazis, en un momento en que ni los judíos ni los rusos habían llegado todavía para ser objeto de su locura exterminadora. Este convoy fue el primer tren de deportados de toda Europa occidental, cargado con familias enteras con destino a un campo de exterminio nazi, a los que se les consideró “apátridas”. Esto se produce cuando Ramón Serrano Súñer, el ministro de Exteriores de Franco, decide desentenderse de ellos. Los documentos encontrados prueban que las autoridades nazis preguntaron a sus homólogos españoles qué debían hacer con los “dos mil rojos españoles de Angulema”. El Gobierno de Franco nunca se molestó en ocuparse de este asunto y ni siquiera contestó.

Para la realización de este documental, rodado en Francia, Austria y España, se ha consultado y utilizado fondos documentales de 21 archivos españoles, europeos y norteamericanos.

EL CONOY DE LOS 927

El 24 de agosto de 1940 un tren con 927 refugiados españoles- muchos de ellos catalanes- salía de la estación de Angouleme, en la región francesa de la Charente. Las tropas alemanas de Hitler acababan de dividir Francia en dos, y los refugiados creían que los llevaban a la zona no ocupada. Pero pronto se dieron cuenta de que iban hacia el norte. Cuatro días más tarde, llegaron al pueblo de Mauthausen. No les sonaba de nada el nombre de un campo de concentración que, en unos años, sería uno de los símbolos del holocausto y el exterminio. En aquel lugar se produjo una dramática separación: los soldados alemanes obligaron a apearse a los hombres, a partir de los 13 años de edad, sin importa que se tratara de ancianos o niños. Era el inicio de la tragedia.

470 personas quedaron prisioneras en el campo de Mauthausen. De éstas, el 87 por ciento murieron. Los 457 restantes, mujeres y niños pequeños, iniciaron un largo recorrido de vuelta. A la desesperación de ver como los hombres habían sido arrancados de sus brazos se añadía la incertidumbre de no conocer su destino final. La parada en un campo de concentración femenino- que podría haber sido Ravensbrück- hacía temer lo peor. Finalmente, y después de 18 días de viaje en condiciones infames, las mujeres y los niños fueron devueltos a la España de Franco, el lugar del que habían huido al acabar la Guerra Civil. Allí les espera prisión, persecución y la angustia de no poder saber de sus familiares dejados en Mauthausen.

Los españoles fueron los primeros en llegar al campo de concentración. De hecho podría decirse que ellos lo construyeron. Y también fueron los primeros de sufrir las consecuencias de la ira de los nazis: en un momento en que ni los judíos ni los rusos habían llegado todavía para ser objeto de su locura exterminadora. Pero los que sobrevivieron no callaron. Los más jóvenes de este convoy formarían parte del comando de los "Poschacer"; piezas clave para sacar al exterior los clichés y fotografías de Francesc Boix, que fueron aportadas como pruebas fundamentales de las crueldades de los nazis en el juicio de Nuremberg.

Este convoy fue el primer tren de deportados de toda Europa occidental, cargado con familias enteras con destinación a un campo de exterminio nazi. Población civil, refugiados en estado puro, que serían considerados "apátridas" cuando el ministro de Franco, Ramon Serrano Suñer decidió desatenderse de ellos. La documentación encontrada prueba que, en cuatro ocasiones, las autoridades nazis preguntaron a sus homólogos españoles que debían hacer con los "dos mil rojos españoles de Angouleme". No se molestaron nunca en contestar, a pesar que sabían que la mitad de los pasajeros fueron a parar a Mauthausen. Algunos documentos tienen una nota manuscrita al margen en la que se pide que se archive el asunto, "puesto que no parece oportuno hacer nada al respecto". La historia de este convoy ha quedado escondida bajo el olvido y el silencio generalizado que envuelve a las víctimas del franquismo. Además, la potencia del recuerdo de colectivos como el judío, ha acabado de arrinconar la tragedia de estos españoles que murieron en los campos de concentración alemanes.

Los pocos que se salvaron, no pudieron volver a la España de Franco o lo tuvieron que hacer callando. Tal vez en este silencio y en este olvido podemos encontrar una explicación en los brotes neonazi y fascistas cada día más frecuentes. A lo mejor, el hecho que no haya ningún monumento en homenaje a estos compatriotas nos tendría que hacer temer que se cumpla aquello que dice que quien no conoce su historia, corre el riesgo de repetirla.

El reportaje ha recopilado los testimonios de una treintena de supervivientes del convoy, tanto de los que terminaron en Mauthausen, como los que volvieron a España, así como de refugiados en Angouleme que se salvaron de subir al tren. El rodaje se ha hecho en Francia, Austria y España y se han consultado una veintena de archivos españoles, europeos y norte-americanos.


También se hace necesaria la visita a la web que revisa todo el genocidio nazi: http://www.memoriales.net/



Documental de "Documentos TV" en youtube.com:













Enlace youtube: http://www.youtube.com/results?search_query=el+convoy+de+los+927&search_type=&aq=f

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